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domingo, 16 de febrero de 2014

EXPLICACIÓN DE LA TÉCNICA DESDE UNA PERSPECTIVA MATERIALISTA



EXPLICACIÓN DE LA TÉCNICA DESDE UNA PERSPECTIVA MATERIALISTA 


El ser humano es un ser que nunca está quieto, que siempre está ejecutando alguna acción y que siempre quiere más y más. Al accionar humano le llamamos técnica. Entonces, por qué el ser humano siempre está en constante movimiento haciendo cosas y acciones. Para dar respuesta a esto debemos centrarnos en una explicación desde el punto de vista materialista partiendo desde diferentes puntos de vista de autores que en su momento serán refutados. Mi tesis es que finalmente, viéndolo desde una perspectiva materialista, las grandes cuestiones del ser humano como sentido, dios y la espiritualidad no tienen lugar en un mundo físico o real sino más bien en un ámbito técnico-psicológico.


Una de sus principales acciones es la invención, la creatividad, el hecho de cambiar al mundo a su interés. En efecto es un ser creativo por naturaleza. Según Ortega Y Gasset, es un homo Faber en todo sentido, es decir, no sólo materialmente sino espiritualmente por ello Husserl destina un tratado al tema espiritual que se vivía Europa en el siglo xx entre guerras. Esto quiere decir que el ser humano también ha creado una vida espiritual una vida inventada, tal vez, para superar sus propias limitaciones como la muerte o el desconocimiento de las cosas, por ejemplo, cuando decimos que el alma es inmortal o cuando decimos que solo el alma puede entender realmente ‘‘la esencia’’ de las cosas.


El accionar humano tiene una manera de actuar que siempre será igual; primero existe una necesidad, luego una planeación, después el desarrollo de lo planeado y lograr lo que se desea. Ésta es una técnica a grandes rasgos muy primaria y vaga. Un proceso más avanzado, más especializado es aquello a lo que llamamos tecnología, la cual se basa en las ciencias duras del conocimiento que sirven a al ser humano para perfeccionar su técnica, basarla en un entendimiento del mundo y de la previsión de diferentes efectos y variaciones en lo que se quiera hacer (Bunge).

   ‘‘La vida de una persona no coincide, por lo menos, totalmente, con el perfil de sus necesidades orgánicas sino que se proyecta más allá’’ (Gasset, 1965, pág. 19). Esta frase de Ortega Y Gasset nos puede dar una pista. El ser humano tiene una necesidad de trascendencia natural que viene de todos los gen (por sus espirales inmortales) de su cuerpo que quieren sobrevivir, estos genes egoístas nos ayudarían a explicar el por qué el ser humano tiene esta necesidad ‘‘no biológica’’ de trascendencia, de llegar más allá, de sobrevivir a toda costa. (el gen egoísta). Pero, ¿qué tiene que ver el gen egoísta con la técnica y con la espiritualidad del hombre? Pues gracias a ese gen el ser humano busca trascendencia y ha creado su espiritualidad, algo inmortal, que pase lo que pase, le asegura, psicológicamente, que sobrevivirá, que es inmortal. Esto explicaría la creación del espíritu como un mecanismo natural del hombre en pleno uso de su razón para sobrevivir y trascender ‘‘la inteligencia da lugar a la insatisfacción, un nuevo mundo y, así, a la técnica’’ (Mitcham, 1989, pág. 62).


Entonces, es cierto que el ser humano es un homo Faber que solo busca construir, inventar y descubrir. Todo aquello que le asegure supervivencia o confort lo buscara tenga lo que tenga que hacer. ‘‘la técnica está ligada, necesariamente a lo que significa ser humano. La vida humana es un fenómeno que supone una relación con las circunstancias, pero no de forma pasiva sino como creador activo de esas circunstancias’’ (Mitcham, 1989, pág. 60).
La técnica, desde otro punto de vista, puede ser también interpretada como una extensión de los órganos humanos (Mumford, 1971, pág. 25) y esta tesis sería igual de válida para sustentar nuestra teoría. Así, pues, la espiritualidad sería, en un sentido de transcendencia, una extensión de nuestra propia vida a algo inmortal. Así como un computador es una extensión de nuestro cerebro. También así,  las ciencias del espíritu son unas meras técnicas humanas.



No se debe ver a las búsquedas ‘especializadas’ espirituales como algo tecnológico sino como algo técnico porque la espiritualidad no está basada en algo material como tal sino más bien en teorías lógicas y metafísicas que no van ciertamente al mundo real material. Esto arremete en contra de la metafísica, que debe ser eliminada de nuestro pensamiento ya que, como he explicado, es un vulgar mecanismo de defensa de nuestros genes y no aporta gran cosa a un pensamiento que busque la verdad. Si el ser humano busca la verdad lo más lógico sería que superara estos mecanismos inservibles que, de seguro, solo limitaran su búsqueda de la verdad.

Mientras que de sus demás acciones si podemos encontrar acciones tecnológicas como es la creación de un edificio o un puente que requieren de estudios de arquitectura e ingeniería que son basados en geometría y matemáticas para así realizar su acción.

Según Lewis Mumford las bases de la acción humana son la mente y la aspiración humana por una autorrealización creativa (Mitcham, 1989, pág. 53). Pues bien esto no es del todo falso Mumford propone que el ser humano basa su acción en la mente y la autorrealización creativa, pero no solo se debe abordar desde allí, sino más bien se debe decir, que el ser humano basa su actividad en su acción en la mente y la autorrealización POR NECESIDAD. Me refiero a que el ser humano busca una autorrealización para superar los problemas que la naturaleza le plantea y, seguramente, una espiritualidad también le plantea. Si Mumford dice que la máquina ha limitado al hombre de manera espiritual yo diría, basándome en todo este estudio de la técnica, que la espiritualidad ha limitado al hombre. Puesto que si el hombre no se centrara en una espiritualidad inútil, que solo trata de evitar lo inevitable, como se explica antes, perderá toda concentración en la creación tecnología y en suplir las necesidades orgánicas, a la vez, que desarrolla más su entendimiento del mundo en el orden en que busca superar cada vez más sus limitaciones, permitiéndose una vida más cómoda para que ese gen egoísta trascienda de generación en generación.

Esto también se puede ver reflejado en la moralidad en donde los argumentos que las personas dan para actuar son cosas que se podrían llamar ciencias del espíritu pero nos damos cuenta de que al aplicar éstas a la vida cotidiana se torna en algo muy difícil o casi imposible esto se da porque los principios en lo que centramos nuestra espiritualidad son los más antinaturales del animal humano.


Bibliografía

Bunge, M. (s.f.). accion.
el gen egoísta. (s.f.). Recuperado el 03 de 04 de 2013, de III espirales inmirtales: http://www.anatomiafractal.com/elgenegoista.pdf
Gasset, J. O. (1965). meditación de la técnica . Madrit.
Mitcham, C. (1989). qué es la filosofía de la tecnología? barcelona.
Mumford, L. (1971). tecnica y civilizacion. madrid.








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